Dios se metió en nuestra piel, y esto ha sido la Encarnación hasta el extremo de la cruz; ahora Él espera que nosotros también nos metamos en su piel hasta el extremo de amar al mundo como Él lo amó.
Jesús se identificó con los pecadores. Se puso en la cola de los pecadores para ser bautizado por Juan. A veces pasa que nosotros buscamos a Jesús en un lugar muy lejano del que Él ha elegido para estar.
*fuente Antena Misionera