En esta fiesta de San José, quisiéramos destacar una virtud de este hombre humilde, sencillo, discreto y prudente de quien poco se habla en el evangelio. José, el hombre justo, vivió su existencia bajo la guía segura del Espíritu. Fue un hombre de discernimiento. En silencio contempló el misterio que llegaba a él. Buscó el camino por donde lo conducía Dios. Perplejo ante el embarazo de María, escuchó a Dios que le hizo señas mediante un sueño y tomó la decisión de aceptar a María en su casa. Ante la amenaza de Herodes y el peligro, decidió viajar a Egipto para salvar a su hijo. Cuando murió Herodes decidió volver a su tierra, pero no se instaló en Judea por temor a Arquéalo.
Feliz día del Padre.
Te saludamos José de Nazaret esposo de María descendiente de David,carpintero de tu pueblo, educador y padre del Hijo de Dios, intercede por la Iglesia que comenzó en tu casa enséñanos a orar a trabajar y amar como te enseño Jesús, amén.
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