Desde hace algunos años se ha hablado mucho de las misiones, misión conti-nental, parroquias misio-neras, etc…, pero, ¿Ha cambiado la realidad? ¿Los cristianos han entendido mejor su vocación como bautizados y discípulos de Jesús?
Hoy, en este día mundial de las misiones, donde se nos invita a dar una limosna para ayudar alguna obra misionera y a reanimar nuestro espíritu misionero, debemos situarnos de cara a la realidad y preguntarnos sobre nuestra responsabilidad ante los problemas actuales. ¿Qué puedo hacer para contribuir a salvar nuestra casa común? ¿Qué puedo hacer para erradicar tanta violencia, corrupción e injusticia? Todos estos problemas son negación del Reino de Dios y lo poco que podamos hacer ciertamente puede contribuir a que el Reino sea “acontecimiento”.
¡Reavivemos nuestra esperanza!
¡Despertemos nuestra conciencia dormida y seamos capaces de indignación moral ante tanta corrupción!
Y ¡Actuemos y caminemos como si viéramos lo invisible!
¡Feliz día de las misiones a todos y todas!