La trata de personas es un problema mundial. Es uno de los delitos más vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de personas en todo el mundo. Los tratantes engañan a mujeres, hombres y niños de todos los rincones del planeta y los someten diariamente a situaciones de explotación sexual. Cientos de miles de víctimas son también objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil y extracción de órganos.
Los hombres y los niños varones también son víctimas de la trata de personas con fines de trabajo forzoso, mendicidad forzosa, explotación sexual y reclutamiento forzoso como niños soldados. Hay casos de trata en todo el mundo y para escoger las víctimas no se tiene en cuenta el sexo.
¿Qué se puede hacer? La lucha contra la trata de personas no debe considerarse solamente responsabilidad de las autoridades. Los ciudadanos pueden ayudar a combatir ese delito siendo consciente del problema y asegurándose de que la penosa situación de las víctimas no pase inadvertida. Hay muchos modos de ayudar a combatir ese delito y lograr buenos resultados.
Primero que todo manténgase alerta. Las sospechas pueden despertarse en el lugar de trabajo o en la vida privada; recuerde que puede haber víctimas de la trata en diversos sectores.
Si ve algo que, a su entender, puede estar relacionado con la trata de personas, use la línea confidencial 911. Si no está seguro, sepa que es mejor equivocarse que dejar que otra víctima sea esclavizada.
Interésese, averigüe lo que se está haciendo en su comunidad, vea si puede hacer algo y aliente a sus amigos, familiares y vecinos a tomar más conciencia de ese delito.