Lucas 4, 24-30
“Nadie es profeta en su tierra”
Mujer que clama por su soledad en Sarepta,
viuda que llora su esterilidad en Sidón:
viudas de Israel ven a lejanía la gracia de Dios.
General que llora su lepra en Damasco,
militar baña su impureza en el Jordán:
samaritanos que envidian del adversario la compasión de Dios.
Hombre que experimenta en la agresión de sus paisanos
y que vive el odio de sus hermanos:
afirma que en su tierra: ¡seguirá ausente el profeta de Dios!
Dan González Ortega, México