Juan 5, 1-3, 5-16
Oración de un capellán
Camino por el hospital –
cinco pórticos, muchas personas inválidas, piscinas profundas
donde a veces se mueve un ángel.
Me siento y pregunto sobre el bienestar
y las personas con esperanza responden sobre tratamientos:
angioplastia y quimioterapia, radiación y medicación,
cirugía y trasplantes.
Amo a todas esas personas, Dios,
las que van a ser
tratadas, peldaños abajo, en la piscina
en el momento justo,
y a aquellas que, yo lo sé, nunca tocarán el agua.
Y tú obras, también, Bendito Dios.
Todas ellas quieren estar bien.
No, no puedo llevarlas a la piscina, pero puedo contarles
que hay Uno que puede ayudarlas,
tomar sus vidas, su camilla y todo,
en sus propias manos.
Y en este sitio atestado
pero a veces tan solitario
cinco pórticos, muchas personas inválidas, piscinas profundas,
a veces se mueve un ángel – siempre se produce una profunda sanación.
Maren Tirabassi, Estados Unidos Tr. Gerardo Oberman