En conmemoración de los acuerdos internacionales por el reconocimiento de los derechos de la infancia se celebra hoy en Honduras el día del niño, aunque a algunos/as les salten ronchas, para efectos inclusivos las nombraremos a ellas también, pues lo que se nombra no existe, por lo tanto Hoy celebramos el día del niño y la niña hondureño/a.
He pasado algunas semanas contemplando la enorme industria que se mueve en torno a esta celebración, me admiro de muchos/as maestros/as , personas que trabajan con niños y niñas y gente de buena voluntad en general que se moviliza por una celebración entretenida con churros, confites, pastel, refrescos, piñatas, payasitos/as, etc., a la vez que veo aflicción en tantos/as otros/as porque no tienen que dar a sus hijos e hijas en este día especial y porque hay que tener el traje del desfile, y hay que llevar una donación y las mamás siempre alcanzadas de tiempo deben esforzarse y hacer malabares una vez mas para cumplir con exigencias que las agobian.
Y como si estuviese mirando una película veo toda esa vida pasar y no dejo de preguntarme ¿ que celebran ? y pienso en lo bien que hacen sus trabajo los artífices de ilusiones que nos mantienen embobados, anestesiados, los que se roban todo, hasta estas fechas, me indigna que al igual que el día de la mujer esta fecha pase sin la importancia que merece y empalagada de golosinas, resuenan por la nación lo lindo de nuestra niñez, la inocencia, el futuro, etc, igualito que resuenan en el día de la mujer lo de que somos la mas hermosa creación del Dios, la dulzura, etc.
Este día del niño y la niña no puede ser un espejismo, debe ser una realidad. No se puede llenar la panza y la mente de azúcar mientras que muchos/as de esos/as niños/as que hoy comen pastel se van a la cama con el estomago vacío cada noche, cuando la mayoría de esos/as niños/as que hoy toman coca cola no tienen acceso al agua potable, cuando miles de esos/as niños/as que se hartan de confites no tienen acceso a la salud, cuando muchos/as de los que hoy golpean una piñata son golpeados/as y abusados/as, que muchos de esos/as niños/as no reciben un beso amoroso porque su madre y/ o padre (de existir) ha tenido que migrar , muchos/as de esos niños/as en este momento en que escribo y ud. lee están caminando en la ruta migratoria sometidos a peligros que no son menores a los que se enfrentan quedándose en este país, no podemos celebrar el día del niño y la niña con payasitos cuando hay decenas de niños y niñas separados de sus padres por la autoridades migratorias, no podemos celebrar cuando los niños y niñas no tienen acceso a la educación y una educación de calidad, no podemos celebrar cuando hay cientos de niños y niñas que estos días desfilan vestidos de militares con armas en las manos,( son de juguete, si, pero ya me dirá ud.)no es normal que un niño crea que es así, a través de las armas que se gesta la paz, no es normal que nadie pueda creer eso, pero así estamos.
En Honduras según informes de Casa Alianza desde enero de 2016 a junio de 2018 (30 meses) los medios de comunicación escrita del país registraron un total de 166 matanzas con un saldo de 597 decesos. En lo que respecta a las edades, entre los 0 y 17 años, se reportaron un total de 13 víctimas y entre los 18 y 23 años un total de 30 muertes. Para el grupo de edad entre los 0 y 17 años, las víctimas de sexo masculino fueron 11 y las de sexo femenino 2. En las edades entre 18 y 23 años, las víctimas de sexo masculino fueron 25 y las de sexo femenino 5. Y en estas ultimas semanas hemos asistido con mucho dolor a detenciones arbitrarias, tortura y asesinato de jóvenes estudiantes .
No podemos, los cristianos y cristianas sustraernos de estos hechos, no puedo callar, no puedo dividirme y entrar a la Iglesia dejando todo este dolor afuera, ¡es demasiado!. Cuando me preguntan donde está Dios en todo este dolor, yo con profunda convicción de mi corazón digo que está en los que sufren, está en el dolor y no en aquellos que se adueñan de El utilizando su nombre incluso para tomar las armas,ese es otro, el Dios en que yo creo está de este lado, es el Dios que camina en medio de su pueblo. En este día de la niñez no celebro, si no que exijo derechos y la garantía de éstos para todos nuestros niños, niñas y jóvenes de Honduras y sigo esperando con la esperanza firme que un día este pueblo viva en libertad.
Sé que muchos/as se sentirán incómodos/as, pero si llegó hasta aquí le comparto esta cita de un libro que estoy leyendo:
«No se puede amar a Dios en teoría. Se ama a Dios cooperando con él en la construcción del reino. Es decir, creando relaciones de fraternidad. Jesús no vino a darnos una hermosa lección sobre el reino. Lo vivió cada día. Jesús hablaba con sus gestos: curándole la mano en sábado a uno que tenía la mano paralizada, perdonando a la adúltera, poniendo en el centro a los marginados, a los excluidos, a los sin voz… Con frecuencia estamos atados a un Jesús de estampita… Pero Jesús era carne palpitante, sangre, inteligencia, coraje. Y es que se requería y se requiere valor para proponer otra dinámica de relaciones. ¿Hay algo más revolucionario, algo más subversivo?» (UNA VIDA EN RIESGO. Espiritualidad del camino de ALEJANDRO SOLALINDE, LUCIA CAPUZZI
Yanira Arias , Misionera laica, aspirante a revolucionaria discípula de Jesús.
que bueno poder leer artículos así, llenos de verdad, amor y pasión, cristo estaría viendo esta festividad desde la vereda de enfrente con los que no pueden celebrar y predicaría que esa fiesta es parte de la ilusión del poder político, un poder lleno de privilegio, que vive una realidad muy distinta al común del pueblo. En derechos y educación para los niños no podemos celebrar aun, por eso felicito las palabras que aquí se han escrito, llenas de fuerza y verdad,.
Celebremos y cuidemos diariamente a nuestros niños que son nuestro futuro.
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