Entrevista
“Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho”
Aquí estamos, Señor,
al servicio de tu Evangelio,
para testimoniar tu amor y tu salvación, atentos a las necesidades de pan y justicia,
libertad y trabajo, dignidad y paz,
de nuestros hermanos y hermanas,
así como al cuidado de toda tu creación.
La palabra “Yo soy Jesús a quien persigues” le abrió los ojos. Había muerto Saúl, hombre viejo, y había nacido Pablo, hombre nuevo.
La corrupción, el poder político y religioso, la riqueza de unos y la miseria de muchos, y la violencia cuestionaban al hijo de Zacarías y nutrían en Juan grandes deseos de cambio.
Quien deja entrar a Cristo no pierde nada de lo que hace la vida libre, bella y grande.
papa Benedicto XVI